Lalo tiene 32 años, es guitarrista de una banda de heavy metal y trabajaba en el sector construcción hasta hace unos años cuando la crisis golpeó a su puerta. Pasó entonces a formar parte de un grupo minoritario que no cayó en el paro, sino que pudo hacerse de un trabajo aunque muy precario. Esto lo obligó a regresar a casa de su madre en Vallecas y hoy, mientras se dirigía a votar, me decía en el metro lo que he oído muchas veces en estas dos semanas de campaña: “es la primera vez que voto con ganas, con ilusión. Y no sólo yo, también mi madre que tiene 62 años y que por primera vez no va a votar en rechazo al PP. Esta vez ambos creemos y queremos votar por Podemos y por Manuela Carmena.”
Lo que no sabía Lalo todavía es que su ilusión era compartida por una mayoría y que Carmena y Ahora Madrid, la coalición que encabeza, sería la gran ganadora de la noche.
El efecto Carmena
Lalo es uno de los miles de jóvenes madrileños que no sólo han salido hoy a votar con esa ilusión que nunca habían vivido en un día electoral, sino que han hecho campaña desde distintos frentes estas dos últimas semanas. Las redes sociales han sido la plataforma de una viralización de imágenes, mensajes, vídeos e infografías que han sido creadas espontáneamente en apoyo a la candidata de Ahora Madrid. Pero el efecto Carmena ha trascendido los ordenadores y el internet. La pegada de afiches y carteles, la organización de actividades culturales en espacios públicos e incluso algunas movilizaciones ciudadanas espontáneas en la capital, han sido recurrentes en esta ciudad.
Carmena ha constituido un perfil de consenso y de transversalidad. El apoyo del que ha gozado, y que ha crecido día a día, no tiene un componente únicamente generacional o ideológico. Su desapego partidario, la representación de una gran coalición ciudadana y de organizaciones sociales, el espíritu latente del 15M en la agrupación y su pasado (exjueza sobre todo condenando casos de corrupción, defensora de los abogados de Atocha y relatora de las Naciones Unidas) han sido las variables que en la última semana dieron luz a un fenómeno que revitalizó la posibilidad de cambio.
Desde Ahora Madrid y Podemos, agrupación que ha apoyado esta candidatura, se sabía que un escenario en que Carmena fuera segunda era ya un escenario de triunfo. Se trata de la concreción de un momento histórico: luego de 24 años de mayoría en el ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, el PP perdería su mayoría y se vería en la necesidad de negociar y pactar con otras fuerzas. Un escenario de terror para el partido de gobierno cuya candidata, Esperanza Aguirre, conocida por ser intocable, indetenible y casi inmortal tanto dentro del PP como fuera, afirmaba unos meses atrás haber entrado en la contienda por temor a que Podemos llegara al gobierno de la capital.
Pero lo único imposible de detener durante los últimos días fue la aprobación de Carmena. Si el escenario ya pintaba positivo, el boca de urna nos tomaría por sorpresa y nos haría caer entre el escepticismo y la extrema cautela. A las 8pm, hora en que se cerraron las mesas electorales, tres encuestas a boca de urna nos indicaban que esta victoria era una certeza.
"Una noche histórica"
El Secretario de Organización de Podemos, Sergio Pascual, declaraba en el local de prensa con la cautela correspondiente luego de los resultados a boca de urna: “Todo indica que esta será una noche histórica en España”. Las siguientes horas serían decisivas antes de partir a la Plaza Reina Sofía donde Pablo Iglesias, Íñigo Errejón y otros grandes líderes de Podemos se permitirán discursos de victoria recordando la marcha del cambio que el 31 de enero atiborró Puerta del Sol.
A estas horas el escenario ya es claro. El PP, con solo un concejal más, es la fuerza más votada en el ayuntamiento de Madrid; sin embargo, los 20 concejales de Ahora Madrid indican que Carmena tiene serias oportunidades de ser la futura alcaldesa toda vez que hace falta mayoría absoluta para gozar de la investidura que permita gobernar la ciudad en el régimen electoral español. Empieza el momento de pactos y la suma de votos de Ahora Madrid (20) y el Partido Socialista Obrero Español (9), lograrían vencer a la suma PP (21) y Ciudadanos (7).
Estas cifras evidencian, además, un tema importante: el PSOE pierde fuerza en Madrid con lo cual el bipartidismo es ya cosa del pasado y Ciudadanos, esa fuerza que algunos medios querían elevar durante los últimos meses, no hizo sino funcionar de espejismo en la capital. Por otro lado, Izquierda Unida no llega ni al 2%, con lo cual no alcanza ningún concejal, vaticinando así su desaparición, tal vez prematura.
Con estos resultados Manuela Carmena se constituye como una muy posible futura alcaldesa y ello permite, por qué no decirlo, realizar un giro de 180 grados en la manera de concebir el desarrollo de la capital española. Como señala una compañera de Podemos “hemos recuperado Madrid” y no le falta razón.
Con Carmena a la cabeza y con una mayoría que no favorece las políticas del PP, lo que se logra es recuperar Madrid de un gobierno que mantuvo una política de privatizaciones extremas de servicios públicos como la sanidad y educación. Pero también, de privilegio de cemento e infraestructura por sobre reformas de fondo. No hablemos siquiera de los escándalos de corrupción que han teñido la capital y España en general durante los últimos años mientras que, la otra cara de la moneda, son los miles de desahuciados que se quedan en las calles de la noche a la mañana por una hipoteca con visos de ilegalidad según el propio Parlamento Europeo.
Hoy, Pablo Iglesias comentaba los resultados señalando que “hoy es una noche mágica”. Al menos, en Madrid (tanto Comunidad como Ayuntamiento) los resultados permiten una “real politik” favorecedora a la agrupación liderada por Iglesias que en las próximas semanas será la llave en muchas comunidades de España. En efecto, este 2015, es el año de cambio en España y el cambio iniciado hoy es un trampolín positivo para lo que viene en las generales de fin de año.