#ElPerúQueQueremos

Metamediatizados

Publicado: 2011-11-15

El domingo pasado, mientras me dirigía desde el aeropuerto Ezeiza hacia el centro de la ciudad  de Buenos Aires, noté una pancarta colgada en el Mercado Central con las siguientes dos palabras: “Clarín miente”. Uno de los argentinos que me acompañaba en el trayecto me dijo “Mienten realmente. Al Clarín se le debe leer con cuidado”. Su compañero contestó velozmente “No es cierto. Mucha gente se queja de El Clarín, pero es el mejor medio que tenemos”. Y así  se inició una discusión interesante que ha motivado, en parte, este post.

Haciendo un paralelo inexacto el grupo “El Clarín” vendría a ser algo así como el grupo “El Comercio” en el Perú. Sin embargo, como dijo El Morsa hace ya varios meses, “El Comercio” es una bodega de barrio comparado con el poder del grupo Clarín en Argentina que vendría a ser algo así como WalMart. Mueven medios de comunicación en todas las formas que puedan imaginar, pero también, claro, ciertas empresas. Pueden ver una infografía bastante completa aquí.

Al día siguiente me di el tiempo de mirar ciertos programas de televisión argentina. La verdad que, aunque no lo crean, la peruana no tiene nada que envidiarle. Me costó mucho juzgar si la nuestra era peor o mejor que la Argentina. Creo que mejor, aunque por poco. Los “noticieros” (entrecomillado que vale también para el caso peruano) estaban inundados de resúmenes con lo mejor del programa de Tinelli (algo así como “El gran show”), algunas noticias sobre el subsidio que el Estado dejaría de darle al servicio de transporte público (básicamente alarmistas y nadita neutrales para ser franca) y, sobre todo –ta ta ta taaaan- el gran escándalo que me acompañó toda la semana que pasé en Buenos Aires: los wachiturros (grupo de cumbia que ha causado furor y que se disputa la originalidad del nombre con otro. He ahí el escándalo de aparente interés nacional).

Aproveché la semana para preguntar a varios argentinos con quienes me topaba sobre la prensa argentina. Lo interesante de estas conversaciones no fue la posición de quien me contestaba -algunos muy críticos y otros más bien condescendientes con ella- sino la argumentación informada en las respuestas. Esto no es gratuito. Todo el debate en torno a la ley de medios argentina aprobada en octubre del 2009 permitió, de alguna manera, que los consumidores de la prensa se formaran una opinión al respecto de la ley de medios en particular y la función de los medios en general.

Al margen de mi opinión personal respecto a la ley de medios argentina, me parece importante que exista una concientización ciudadana respecto a la importancia pensar en los medios y su desempeño ya que eso permite tener receptores de información críticos. Acá en Perú, este es un tema muy poco tratado pues, se asume que considerar la posibilidad de regular medios es un atentado contra la libertad de expresión. Me pregunto si acaso no es también un atentado contra la libertad de expresión que un solo grupo, con sus propios intereses como todos los grupos, sea dueño o accionista mayoritario de la mayoría de la prensa. ¿Qué democracia se sostiene sobre la voz única?

Sin embargo, del lado del actual oficialismo argentino la cosa no es tampoco idónea. La señal estatal ha pecado por lo mismo que reclamaban al grupo Clarín, por ejemplo. El canal del estado es una abierta propaganda al gobierno, muchísimo peor que Tv Perú en la época de Alan García (sí, peor) y en medio del autobombo surge una iniciativa que como tal me parece interesante aunque muy mal desarrollada. En el canal del estado argentino hay un programa llamado “6,7,8”. Este es un programa metamediático, es decir, habla de los medios, de cómo han tratado determinadas noticias y “evidencian” los intereses e ideologías detrás de la trata de noticias por parte de la prensa.

Una iniciativa metamediática me parece interesante a priori. Creo que es una buena manera de fomentar consumidores críticos. Me pregunto si en el Perú nos sumaría un programa de este tipo, pero con la neutralidad que esta requiere o, por lo menos, con la participación de voces múltiples. En Argentina, esta buena idea queda en la abstracción de la idea pues básicamente se busca demoler a los medios cuyas posiciones son contrarias al gobierno de turno. Como imaginarán, el grupo Clarín es la piñata de la fiesta.

Y dejo la idea en el aire porque este interés por juzgar a la prensa, interés que en algunos casos deviene en hartazgo, ya existe en el Perú. Lo hemos visto con iniciativas, tal vez aún pequeñas, como la de “Un día sin prensa” y una página interesantísima dedicada al tema: Antiprensa”. De otro lado, la labor de Infos, proyecto del IPYS que trata temas que no ocupan espacio en los medios, es un reproche positivo y tácito sobre los vacíos en la prensa.

Tal vez nos convenga metamediatizarnos un poco porque quejarnos de cómo trató la prensa el caso de Ciro Castillo, por ejemplo, es solo mirar la superficie de un tema de fondo en el cual deberíamos participar todos.


Escrito por

Laura Arroyo Gárate

Feminista, lingüista, trabajólica y miope. 100% peruana.


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Altoparlante

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